San Alfonso María de Ligorio, Obispo, fundador de la Orden de los Redentoristas, ya en sus ultimos años y debido a su ancianidad, era llevado en sillas de ruedas por uno de sus discípulos, e iban rezando juntos recorriendo el convento y de ese modo tomar algo de aire fresco y así no permanecer siempre dentro del cuarto. En cierta ocasión le pidió al discípulo le recuerde si ya habían rezado el Rosario entero. El padre le respondió: - "No hemos rezado ni uno sólo". - "Recemos entonces" dijo el santo. - "Pero su excelencia está cansado, ¿hay alguna diferencia en no rezar un día el Rosario?" Dice el sacerdote, a lo que San Alfonso responde: -"Si llegase a transcurrir UN SÓLO DÍA sin que yo rece el Rosario, tendré mucho miedo por mi salvación eterna".



Continuación de la publicación anterior Venerar y recurrir a la Santísima Virgen: el modo perfecto de agradar a Dios

     13.- ¿María se mantuvo siempre Virgen? 

     Sí. María Santísima se mantuvo siempre Virgen, antes, durante y después del parto. Ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo, y dio a luz al Niño Jesús sin perder el sello de la virginidad (Lc. 1, 26 - 38). Se cumplió así la profecía de Isaías (7, 14): "Sabed que una virgen concebirá y dará a luz un hijo" (Mt. 1, 23).


     14 - ¿Pero después María no tuvo otros hijos? ¿No es eso lo que está en San Mateo, capítulo 1, versículos 18 y 25?

     La lectura atenta de esos pasajes del Evangelio no permite llegar a tal conclusión. San Mateo apenas dice que Jesús fue concebido "antes de que estuviesen juntos" María y José; y que "sin haberla conocido" San José, "dio a luz su Hijo Primogénito"
(Mt. 1, 18 - 25).

     Con esas expresiones, el Evangelista quería tan sólo poner en claro que la concepción del Mesías había sido virginal.


Desposorio de la Virgen y San José 


     15.- ¿Cómo explicar entonces la expresión "antes de que estuviesen juntos"?

     Según la costumbre de los judíos, el matrimonio se realizaba en dos etapas: en la primera, los novios ya estaban casados, pero la desposada continuaba viviendo en la casa de sus padres; en la segunda etapa, las bodas propiamente dichas, ella era llevada con séquito para vivir con su esposo.

     Al decir que la Santísima Virgen, "desposada...con José, se halló que había concebido en su seno [por obra] del Espíritu Santo, antes de que estuviesen juntos" (Mt. 1, 18), el Evangelista quiere dar a entender que la concepción virginal de Cristo sucedió antes que María ya estuviese viviendo en compañía de su castísimo Esposo. El mismo Evangelista narra que el Ángel se apareció en sueños a San José, tranquilizándolo y  aconsejándole continuar el matrimonio con la Virgen Santísima y recibirla en su casa: "José, hijo de David, no tengas recelo en recibir a María, tu esposa, porque lo que ha engendrado en su vientre es obra del Espíritu Santo" (Mt. 1, 20).

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